El aguamiel y los pretzels de alcaravea

Entre las tradiciones relacionadas con el hidromiel en la época vikinga figuraban las celebraciones de la cosecha, que, más tarde, se convertirían en la fiesta cristiana de San Miguel, que se celebra el 29 de septiembre. Este día se celebrara la festividad por el Arcángel Miguel, cuyo nombre se asocia con el cielo y el perdón.

Para los vikingos, el cielo era un paraíso que proveía leche y miel, y por eso, entre otras cosas, bebían vino de miel y comían pretzels de alcaravea para celebrar ese día. Hoy en día, el «vino de miel» es lo que conocemos como «hidromiel».

Luna de miel

Entre los años 1600 y 1900 aproximadamente, los banquetes de boda se conocían como «ceremonias de la miel» en Inglaterra. Para asegurarle a la nueva pareja un buen matrimonio, en el convite de boda debían servirse generosas cantidades de miel, tanto en la comida como en la bebida.

Tras la boda, llegaba la luna de miel, una tradición que también se sigue en Dinamarca. Durante el mes, o la fase lunar, después de la boda, los recién casados debían seguir consumiendo alimentos y bebidas elaborados con miel, incluido el hidromiel, para asegurarse un matrimonio feliz.

Tradiciones de hidromiel en 2022+

Con el tiempo, el hidromiel ha ido desapareciendo de muchas tradiciones nórdicas, pero gracias al creciente interés que se presta a los productos naturales y a la amplia gama de posibilidades y sabores que ofrece el hidromiel, este vino a base de miel está recuperando su popularidad en nuestra cultura.

El deseo de acercarse a la naturaleza, el estilo de vida sencillo y los ingredientes naturales se encarnan a la perfección en Dansk Mjød y en todo lo que representa. Las distintas variedades de hidromiel maridan perfectamente con muchas costumbres modernas, desde las comidas tradicionales de Navidad hasta los momentos tranquilos del día a día.